Desde RealFund, apostamos por la democratización de la inversión y de la financiación, aplicando, de manera conjunta, dos tecnologías: el crowdlending y el blockchain. Este mix es la base de nuestra propuesta de valor, por lo que merece la pena detenerse a explicar ambas con algo más de detalle. Empecemos por la más veterana de estas tecnologías: las finanzas colaborativas (de las cuáles el crowdfunding es la modalidad más popular).
Hagamos un poco de historia (poco más de un lustro)
Una de las nuevas prácticas financieras más interesantes que surgieron durante los últimos años son las finanzas colaborativas, y más concretamente el crowdfunding (que en inglés significa literalmente inversión popular). Esta es una práctica que surgió como método alternativo de financiación de proyectos, y consiste en sumar pequeñas aportaciones de individuales, que sumadas pueden constituir una cantidad significativa de capital. Esta fórmula fue “digitalizada” por la empresa Kickstarter, en Estados Unidos, y desde entonces millares de proyectos han obtenido miles de millones en financiación, siempre proveniente de pequeños inversores.
Existen diferentes modalidades de crowdfunding, dependiendo de su objetivo. El más popular es el de preventa, por el cual se financia la fabricación de un nuevo producto con miles de aportaciones de futuros compradores. Sin embargo, la modalidad que nos interesa es el crowdlending: una empresa consigue financiación de miles de inversores, que a cambio reciben títulos de diferente índole, y que garantizan el retorno de su inversión. Esta modalidad ha ganado mucho peso, sobre todo en Reino Unido y Estados Unidos, aunque en la Unión Europea también se emplea con buenos resultados.
En España, las Plataformas de Financiación Participativa están reguladas por la ley 5/2015. Según la Universidad Complutense de Madrid, solo en España se invirtieron más de 200 millones de euros en 2019, cifra que puede parecer pequeña, pero que crece año tras año en un país no muy acostumbrado a esta modalidad: en 2018 fueron 159 millones (más de un 25% de crecimiento en el crédito). Destaca el crecimiento de un 80% de aquellas plataformas que se dedican al crowdfunding de inversión, o crowdlending. Si lo vemos a nivel global la inversión canalizada a través de estas plataformas supera los 390 mil millones de euros en 2017. Esta sí es una cifra imponente, pues se ha multiplicado por más de 10 el volumen invertido mundialmente.
En definitiva, las finanzas colaborativas se han consolidado como una herramienta indispensable para que los emprendedores y las empresas encuentren un nuevo espacio para financiar sus proyectos, y para que los pequeños ahorradores o inversores tengan la posibilidad de obtener mejores rendimientos de su dinero de una manera simple, segura y con plena confianza, incluso invirtiendo cantidades pequeñas de dinero.
El potencial del crowdlending para financiar empresas
El crowdlending es una alternativa de financiación en la cual un grupo de inversores presta su dinero a empresas o particulares a cambio de un porcentaje de interés. Se trata de un modelo de financiación al margen de la banca, donde los inversores ocupan el lugar que tradicionalmente ha tenido esta.
Cómo sistema de financiación, el crowdlending está estrechamente vinculado al mundo digital, ya que la inversión se formaliza en una plataforma online específicamente diseñada para tal fin. Muchas plataformas no exigen que el usuario sea inversor profesional para adquirir una participación. De esta forma, cualquier persona a título personal, puede invertir, reforzando la idea de financiación colectiva, y distanciandose en este punto de otras formas de inversión.
¿Cómo encaja esta fórmula de financiación con la estructura de las empresas? Es habitual que, dentro de la estructura financiera de las empresas, el crowdlending complemente fuentes de financiación bancaria del mismo modo que las grandes corporaciones combinan financiación bancaria con emisiones de deuda en los mercados de capitales.
En el caso de la inversión en forma de préstamo (crowdlending), con rentabilidades entre el 4 y el 10%, la diversificación es fundamental para una gestión correcta del riesgo de impago. Por este motivo, los importes de inversión mínimos suelen ser exageradamente pequeñas (permitiendo una gran diversificación). Dependiendo de quien sea el receptor del préstamo se habla de P2B lending o P2P lending:
- P2B lending (peer to business lending): Si el prestatario es una empresa.
- P2P lending (peer to peer lending): Si el prestatario es un particular.
- Adicionalmente existe una variante, el crowdfactoring, que trabaja con anticipo de facturas y descuento de pagarés.
Es importante tener claro que las empresas o particulares que aspiran a financiarse deben solventes. El crowdlending no es una alternativa para quienes tienen totalmente cerrada la puerta del banco. Las empresas que piden dinero a los inversores son aquellas que han acreditado su solvencia y podrían obtener crédito bancario, quizás en otras circunstancias o ciclo de la empresa, o a un menor coste.
Tokenización y crowdlending: solucionando el problema de la liquidez para los inversores
La inversión mediante crowdlending ha crecido de manera continua desde hace años porque presenta varias ventajas para los inversores:
- Es muy sencilla de realizar, ya que sólo se requiere el registro en la plataforma digital a través de la cual se va a formalizar la inversión.
- Los gestores de estas plataformas se encargan de filtrar los proyectos, de manera que en principio hay la seguridad de que no se invertirá en actividades fraudulentas u opacas.
- Las plataformas facilitan herramientas que permitan la automatización de la inversión de acuerdo a las preferencias del inversor (p.ej. plazo de amortización, inversión mínima, sector, área geográfica, nivel de garantías, etc.). Estas herramientas facilitan la diversificación y permite, de facto, la creación de carteras de préstamo “a medida”.
- El otro aspecto especialmente atractivo de este tipo de activo es su elevada descorrelación con los mercados. A diferencia de las inversiones en renta fija corporativa o en deuda pública, la inversión en préstamos directos a empresas pequeñas o medianas prácticamente no tiene correlación alguna con la política monetaria o con aspectos macroeconómicos.
Sin embargo, existe un pero: los activos financieros comprados mediante crowdlending carecen de los mecanismos de liquidez existentes para la deuda pública o la deuda de las grandes empresas. No existe un broker financiero o un mercado en el que se puedan comprar y vender fácilmente los activos conseguidos mediante crowdlending. Esto provoca que estas inversiones tengan amortizaciones de larga duración: hay que esperar meses, si no años, a obtener los beneficios esperados, ya que no podemos vender facilmente los activos, ni siquiera aunque se revaloricen.
Sin embargo, este problema se puede solucionar con la tokenización. Este es un proceso facilitado por la tecnología de la blockchain, por el cual cualquier título financiero puede ser representado digitalmente mediante un token. Un token es una unidad digital única, transferible, y 100% segura. Es decir, podemos coger un título financiero, representarlo con una unidad digital, y asegurarnos de que nadie puede copiarla o duplicarla, de manera que no habrá problemas de transferencias fraudulentas.
Esta tokenización permite también transferir de manera legal y en segundos un título y todos sus derechos asociados de un inversor a otro. Por tanto, ya no es necesario esperar años para obtener el retorno de la inversión. En cuánto el título se revalorice, podremos venderlo y obtener un beneficio vendiéndolo a otro inversor interesado. Simple y directo.
Si te estás preguntando si la tecnología de tokenización ya se está usando para este fin, la respuesta es sí: desde 2016 muchas startups que trabajan con la tecnología de blockchain se han financiado mediante ventas de tokens en plataformas especializadas. Tokens que los inversores después vendían en mercados secundarios, creando un ecosistema financiero sobre la blockchain que no ha dejado de crecer y dar grandes rentabilidades.
RealFund quiere traer la deuda inmobiliaria a este nuevo mercado, de una manera 100% legal y con plenas garantías. De esta manera, podremos revolucionar la manera en cómo el crowdlending para proyectos inmobiliarios funciona en nuestro país, abriéndolo a más inversores, promotores, y creando muchas más oportunidades de ganancia para todos. Y sin intermediarios que cobren una onerosa comisión. Libertad financiera y seguridad al mismo tiempo. ¡Bienvenidos al nuevo mercado digital de la inversión inmobiliaria!